Llega el verano y con él las tan ansiadas y deseadas vacaciones. Pero también el calor, y a no ser que nos dirijamos con nuestro vehículo a una zona donde refresque, es probable que tengamos que aplicar alguno de estos consejos para no malvivir dentro del habitáculo.

Por supuesto, el lugar donde aparquemos puede ser de máxima importancia. Buscar una sombra puede facilitarnos la vida y el consumo de electricidad, y si somos lo suficientemente activos y hay posibilidad de ello, también puede resultar válido buscarla con nuestro vehículo y cambiar nuestro sitio de estacionamiento.

Muchas de las cosas que podemos hacer para evitar pasar un excesivo calor en el habitáculo no se diferencian demasiado de las que ponemos en práctica en nuestra casa. Cerrar puertas y ventanas, estar atento para abrirlas en el momento en el que sople viento o refresque, desplegar los toldos si estamos parados en un lugar habilitado para hacerlo, y hacer uso de los diferentes dispositivos del vehículo para refrescar el interior (o bien disponer de aparatos de aire acondicionado o ventiladores para compensar su gasto).

Podemos recurrir a soluciones “manuales”. Cubrir con una lona parte del vehículo, la parte más expuesta al calor, puede evitar que este se extienda por toda la superficie. También refrescar con un poco de agua los alrededores de nuestra furgoneta, para enfriar algo el ambiente. Aprovechar las horas de más frescor para ventilar el interior ayudará a prolongar las buenas sensaciones.

Por supuesto, y aparte de evitar la luz solar, podemos intentar realizar actividades que nos refresquen. Y no caer en la tentación de cocinar en las horas de más calor, incrementando el calor en la cocina. Igualmente es recomendable dejar que se enfríe el motor del vehículo antes de ir a dormir.

Partimos de la base de que nuestro vehículo está correctamente aislado del exterior. En todo caso, disponer aislantes en las ventanas que evitan que entre todo el calor puede ser útil en todos los casos. Los hay de exterior y de interior y se compran por metros. Comprar ropa y sábanas que sean frescas de algodón le dará un punto más de confort a nuestra experiencia veraniega (si no, prueba a poner una bolsa de agua caliente rellena de agua fría en la cama). Aprovechar las placas solares del vehículo con un ventilador solar, también. Hay, no obstante, soluciones analógicas como disponer un bol de hielo apuntando a las ventanas delante del ventilador para que ayude a enfriar el ambiente.

Una ducha de agua fresca te ayudará a disminuir la temperatura, y mantenerte bien hidratado es recomendable en toda circunstancia. Pero cuando llega la hora de dormir y aprieta el calor, es evidente que tendremos que recurrir a ventiladores o a los sistemas de aire acondicionado del vehículo, que por suerte vienen cada vez mejor equipados. Los Airvent son dispositivos a modo de rejilla que se ponen en las ventanas ayudan a ventilar  y evitan la condensación. No obstante, las claraboyas nos ayudará si preferimos no hacer gasto.