Todos asociamos el verano a las vacaciones, y como una cosa lleva a la otra, la autocaravana aparece por arte de magia como el icono de esos días de asueto, libertad y descanso que todos necesitamos. Los clientes de Comercial Caravaning saben que una revisión antes de salir es importante,  y un repasito al regreso  supone mucha tranquilidad para nuestra próxima escapada.  El uso es la mejor fuente de conocimiento.

Por eso,  para que nuestro vehículo llegue vivo al año que viene, o mejor todavía, a nuestras próximas vacaciones (todos sabemos que no hay que esperar tanto para sacarle partido a nuestro ocio), te ofrecemos una serie de consejos para mantener parada, pero en plena forma, la que sin duda es una de tus posesiones más preciadas.

Por cuestión de espacio es difícil que una autocaravana quepa en una plaza de garaje convencional. Eso convierte a estos vehículos, pese a su practicidad y capacidades para el uso diario, en una opción más esporádica. Por tanto, hay que tener en cuenta varios procedimientos que evitarán su envejecimiento prematuro.

Para empezar, todo lo que podamos hacer para asilar la autocaravana del frío o el calor excesivos será bienvenido. La temperatura es un importante factor de desgaste.  Sus piezas estarán protegidas, ya sea los plásticos exteriores como elementos mecánicos menos a la vista.

La suciedad será más fácil de controlar si cubrimos el vehículo con una funda. Por supuesto antes  es  obligatorio una buena limpieza exterior. El salitre o la suciedad   pueden ser el principio de muchos problemas.  Algo tan asqueroso como los escrementos de la aves son una de las mayores fuente de deterioro para la pintura.  Además de, por supuesto, vaciar de alimentos perecederos sus compartimentos interiores, antes de convertir  nuestro vehículo en un laboratorio de hongos y olores. 

Si no hay sombra y tenemos que dejar el vehículo en una zona con calor es mejor dejar sus ventanas y claraboyas cerradas, y no solo por seguridad. Cuando el ambiente refresque lo ideal sería abrir alguna de ellas para que el aire entre y se renueve en el interior del vehículo. La idea de un parking especializado como en Comercial Caravaning nunca está de más. Además es el momento oportuno para  la revisión de algún ruido o la instalación de algún tipo de accesorio que hemos visto entre otros usuarios.

Algo particular de las caravanas son sus sistemas de drenaje de aguas, que deberemos vaciar para evitar su congelación y que puedan destruir los conductos internos del vehículo. Hay que vaciar las tuberías, depósitos y las bombas para que esto no ocurra.

Revisar todos los cierres de puertas, ventana  y claraboya. Las claraboyas sin cerrar son una fuente disgustos.  Por eso, una ultima revisión nunca está de más… 

La humedad es nuestra gran enemigo. El lugar donde aparquemos debe estar bien ventilado y todo lo libre de humedades posibles. La idea de desconectar la batería no es mala, pero es mejor arrancar el vehículo cada cierto tiempo (basta con dejarlo al ralentí) para que su batería se recargue y otros fluidos internos circulen por el motor.  La falta de uso es una fuente de problemas. 

Hay que disponer de un elemento tan sencillo e imprescindible como son las cuñas para asegurarnos de que la autocaravana queda bien “fijada” y sin peligro de que se deformen sus neumáticos si va a estar parada mucho tiempo. Por eso mismo también sería ideal mover ligeramente la caravana para evitar que las gomas se deformen por efecto del peso.

Las cuñas también son una solución mucho mejor que recurrir al freno de mano, sin ir más lejos, que puede desgastarse por el contacto prolongado con la zapata y el tambor. Dejar una marcha puesta puede también ayudar a no desgastar el sistema de frenos.